ANTE LA PRESENCIA DE TORMENTAS ELÉCTRICAS ES MEJOR APAGAR LOS CELULARES
• Red de Salud brinda una serie de medidas para evitar ser víctimas de descargas eléctricas por rayos, principalmente, en campos abiertos.
Huancavelica, 28 de Diciembre del 2020.- “Apagar oportunamente los celulares cuando nos sorprende una tormenta eléctrica, sobre todo a la intemperie, te puede salvar la vida ya que sus radiaciones electromagnéticas pueden atraer con facilidad los rayos”, recomendó enfáticamente la jefa de la Unidad de Emergencias y Desastres de la Red de Salud Huancavelica, Annalissa Torre Palomino, brindando una serie de recomendaciones para evitar ser víctimas de descargas eléctricas por rayos.
“Si los rayos te sorprenden en campo abierto, no corras y menos con la ropa mojada, porque puedes ser alcanzado directamente por esta descarga eléctrica ya que el rayo le atrae la superficie de la piel. Evita los pararrayos naturales; como los arboles altos y aislados, lagos, piscinas y la cima de una colina. Asimismo, evita coger objetos metálicos como alambradas, tractores, equipos agrícolas, bicicletas y herramientas de metal” advirtió la profesional.
Detalló que la posición de seguridad más recomendable en estas situaciones es colocarse quieto de cuclillas; lo más agachado posible, tocando el suelo solo con el calzado. “Si estás en casa, es importante desenchufar los electrodomésticos y otros artículos eléctricos. Cierra y aléjate de puertas y ventanas. Si estás al interior de un vehículo no toques sus partes metálicas” sostiene Torre Palomino.
Otra medida preventiva ante una tormenta eléctrica es alejarse del fuego ya que el aire caliente cargado de iones aumenta la conductividad del aire abriendo un camino para las descargas eléctricas actuando como un pararrayo. “También hay que tener mucho cuidado con la tierra húmeda ya que es un buen conductor de la electricidad” asevera la jefa de Emergencias de la Red.
CONSECUENCIAS
Un impacto de rayo en el cuerpo puede presentar fallos en el sistema nervioso central, alteraciones del ritmo cardiaco, convulsiones o la muerte al paralizarse el centro respiratorio y sufrir un paro cardíaco.